Los últimos hallazgos en la investigación científica nos revelan que el efecto placebo y la psicoterapia cognitiva y conductual producen la misma mejoría que los fármacos y evitan los efectos secundarios y los riesgos sobre la salud de éstos.
Otro aspecto muy importante en tiempo de crisis, es que la psicoterapia para la depresión es más barata a largo plazo que recetar fármacos, ya que para evitar recaídas el tratamiento farmacológico se ha de mantener durante años, mientras que las terapias cognitivo conductuales (15 a 20 sesiones) mantienen sus efectos en el tiempo.
Estos hallazgos están empezando a tener un gran impacto en la práctica clínica y están cambiando los modos de intervención, sobretodo en Reino Unido donde se ha puesto en marcha la incorporación de la atención psicológica en los servicios de Atención Primaria, beneficiando a más de 700.000 personas, aquejadas principalmente de problemas de ansiedad y depresión.
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